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  • Samuel Prieto Rodríguez

La viral y aterradora payasada


Andaba vestido de payaso y traía un hacha en las manos. Cuando la policía lo arrestó, el chamaco de 15 años asustaba a la gente en las calles de la colonia Valle de Puebla, en Mexicali. En Tepic, otro individuo también maquillado como bufón monstruoso, merodeaba con un cuchillo en el estacionamiento de un centro comercial.

El fenómeno se está extendiendo a distintos sitios en el país. Chihuahua, Mérida, Monterrey, Saltillo y bastantes ciudades más. Hay casos ya documentados en que el chistecito va mucho más allá de la broma de mal gusto y se convierte en un delito.

En Tampico, sin embargo, hay una fiebre por la compra-venta de máscaras de payasos tenebrosos para halloween, aunque también hay que decir que no en todas partes causa tanta gracia. En Tuxtla Gutiérrez, el video hecho por un vlogger conocido como Jorjais en que hace bromas de payaso asesino en un parque público, se llevó muchas más muecas de desaprobación que risas entre sus paisanos.

El caso es bastante más serio. En las redes sociales ya hay grupos nutridos de personas hartas de esto que se organizan para salir a la caza de los chistositos.

Las repercusiones van mucho más allá de la desaprobación cada vez más generalizada. Los payasos de verdad, quienes se ganan la vida haciendo reír a los niños, están viendo disminuida su fuente de trabajo y además son víctimas repentinas de agresiones injustificadas. Al menos en Chiapas y Michoacán, ya salieron a las calles a manifestarse en contra de la modita de asustar.

Ronald McDonald tuvo que tomar vacaciones forzosas. "McDonald's y sus franquicias en mercados locales están conscientes del clima que hay alrededor de los payasos en la comunidad y por eso están siendo respetuosos al limitar las participaciones de Ronald McDonald en eventos por el momento", dijo el vocero de la firma, Terri Hickey, a CNN.

La payasada se salió de control. En Estados Unidos y Canadá el problema es más grande. Los noticieros están inundados con notas al respecto.

Hay crónicas que hablan del temor de padres e hijos por amenazas de payasos demoniacos contra las escuelas. Los sustos están alcanzando proporciones epidémicas. Recientemente, un corresponsal de Bloomberg le preguntó incluso al portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, si el Presidente Barack Obama está al tanto de este tema.

Aun así, como en todas las circunstancias de este tipo, hay quienes no muestran escrúpulos y las capitalizan. Por ejemplo, un supermercado en Agawam, Massachusetts, que viralizó en Facebook este video de un payaso aterrador ofreciendo abrazos gratis en su estacionamiento.

La histeria colectiva es tal, que todo va a dar a los noticieros alimentándola aún más. Ya subido a la ola del escándalo, el supermercado reconoció que se trataba de un truco mercadológico.

También hay quienes intentan calmar los ánimos. El escritor de novelas de terror Stephen King, autor de IT, novela de 1986 que incluye a Pennywise, un payaso diabólico, llamó a la cordura en su cuenta de Twitter.

"Hey, chicos, es el momento de enfriar la histeria de los payasos: la mayoría son buenos, alegran a los niños y hacen reír a la gente", dice. Buena contribución, considerando que el fenómeno ya está extendido también en Canadá, el Reino Unido y Australia.

#Fenómenosmediáticos

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