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  • Samuel Prieto Rodríguez

El UFC, la televisión y lo bonito del marketing que se convierte en rating


Aún en los medios más rudos, hostiles y combativos, los feos no tenemos oportunidades mejores. Lo que vende es lo bonito. El resultado asombroso en la audiencia del Ultimate Fighting Championship (UFC) del sábado 17 de diciembre, es una prueba irrefutable de ese hecho y de una estrategia de marketing perfectamente bien armada.

Para dimensionarlo, un poco de antecedentes. Las Artes Marciales Mixtas llevan algunos años siendo por mucho el deporte de crecimiento más acelerado en el planeta, pero como todo crecimiento, tiene sus baches. El UFC tuvo uno de sus peores ratings televisivos en Fox Sports de Estados Unidos apenas el pasado 27 de agosto, cuando la pelea estelar fue protagonizada por los peso welter Demian Maia (24-6) y Carlos Condit (30-10). Ese evento registró la audiencia más baja desde 2011.

Nada más 4 meses después, la historia es tan distinta que la misma cadena de TV de paga emitió un comunicado presumiéndola. En la función del 17 de diciembre "marcó la impresionante cifra de 3 millones 178 mil espectadores", la segunda más grande de la historia reciente, superada sólo por otra registrada en abril de 2013 con 3 millones 742 mil. Los detalles arrojan datos todavía más sorprendentes: el punto más alto de audiencia esa noche se dio entre las 10:00 y las 10:15, en la pelea estelar, cuando había 4 millones 800 mil personas observándola.

¿Cómo pudo pasar el UFC de su peor a su mejor audiencia en tan poco tiempo? No es muy difícil descifrarlo. Ese combate que tuvo a tantos televidentes pegados a sus pantallas era protagonizado por Paige VanZant (7-3) y Michelle Waterson (14-4), 2 de las peleadoras más guapas y carismáticas de las Artes Marciales Mixtas, universo donde la estética de los físicos es usual pero no necesariamente la belleza facial y el sex appeal. Además, no hubo taco de ojo sólo para los caballeros. Antes, el combate coestelar tuvo a Sage Northcutt (8-2) quien goza de la muy alta aprobación retinal generalizada de las féminas, enfrentando a Mickey Gall (4-0) quien tampoco les es indiferente.

VanZant y Northcutt terminaron siendo derrotados cómodamente con estrangulaciones por la espalda cortesía de Waterson y Gall respectivamente, aunque eso terminó siendo lo de menos. La estrategia de promoción para el evento fue acertada y milimétricamente cuidada: belleza física y buena onda. Las peleadoras hicieron todo un despliegue de simpatía en la víspera, gracia y buena vibra en las presentaciones públicas y hasta un divertido duelo de baile en la ceremonia de pesaje antes del careo.

Paige VanZant no es para nada una guerrera mediocre ni poco experimentada. Durante la temporada 20 del reality show The Ultimate Fighter en 2014, cuando fue parte de un grupo de 16 que se disputaron el primer título peso paja, su desempeño fue tan destacado que muchos especialistas le auguraron una trayectoria sobresaliente. En general es una chica a quien la fama no la desubica, así que es normal que acepte con gusto el tomarse alguna fotografía con un fan que se encuentre en la calle. Su belleza y carisma también le permiten ser una modelo y participar con mucho éxito en otros ámbitos como la temporada más reciente de Dancing with the Stars de la cadena ABC.

Michelle Waterson no se queda atrás de ninguna manera. Ella se dedica a 2 actividades extremas: una, las Artes Marciales Mixtas; la otra, igualmente ruda y demandante, es mamá. Si eso es poco, también tiene grado de cinturón negro así que su nickname, The Karate Hottie, lo tiene más que bien ganado además por ese carácter tan amable y divertido que siempre muestra públicamente.

Los galanes también hicieron lo suyo. Sage Northcutt, chamaco de 20 años con 8 victorias y 2 derrotas en este deporte, considerado por algunos periodistas y analistas especializados como “un hombre demasiado bonito para el UFC”, ha ganado también 77 campeonatos juveniles de karate, apareció en la portada de la Sport Karate Magazine y estudia ingeniería petrolera en la Texas A&M University. En el careo tras la ceremonia de pesaje, se le vio sonriente y alivianado frente al también joven Mickey Gall de 22 años, quien ha ganado 4 de 4 en lo que va de su carrera en el octágono.

La estrategia funcionó. El Ultimate Fighting Championship pasó de su peor a su mejor rating poniendo a un buen puñado de gente bonita en la cartelera y mostrándola en primer plano en la publicidad. En aquella función de agosto con rating muy bajo, Paige VanZant también peleó, pero no contra una oponente tan agraciada o popular y su imagen no fue parte central del marketing. Los consumidores suelen decir una cosa y hacer otra. Pueden criticar la discriminación, el sexismo, la cosificación de la figura humana, el estereotipo de belleza y demás, pero a la hora de ver la tele todo eso se les olvida. Leerlos y satisfacer sus verdaderas predilecciones, marca la diferencia.

#Televisión #Marketing #Deportes

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