- Samuel Prieto Rodríguez
Qué hace la televisión para mantener atrapada a su audiencia

En televisión medimos el rating. Ese es el mecanismo más preciso para saber las verdaderas preferencias de la gente. Hace mucho no se hace con encuestas dado que han probado ya no ser confiables, sino con el people meter instalado en una cantidad determinada de televisores que son una muestra representativa lo más fiel posible de la diversidad que hay en la audiencia.
Así es posible saber minuto a minuto qué programa están viendo, por cuánto tiempo, cada cuándo lo sintonizan, a qué canal le cambian y mucha más información valiosa para saber qué contenidos funcionan y cuáles no. Todos esos datos llegan a un centro de procesamiento, se analizan y se envían a las televisoras para hacer estrategia y poner a trabajar a sus áreas de producción, programación, marketing, ventas y demás involucradas.

Es programación lineal, así que un componente importante es la costumbre. A eso se debe que la competencia se apegue a ciertos parámetros, por ejemplo, que el horario estelar es de 8 a 11pm porque es cuando hay más personas viendo televisión, que el prime time más cotizado es el dominical, etc.
Visualicémoslo un poco con lo que pasa en la televisión abierta mexicana. Las tres empresas comerciales con cadenas nacionales, ponen un programa de revista en vivo después del informativo matutino. En la noche, el noticiero más importante es a las 10pm. Así la competencia no se vuelve un caos que se enfrenta a ciegas, sino se da con productos similares que luchan por la audiencia más específicamente con las historias que cuentan, la manera en que abordan los temas de mayor interés, el carisma y la credibilidad de sus figuras a cuadro, entre otros componentes. Poniendo un símil deportivo, de esa forma se da una competencia de atletismo entre corredores y no una entre un tenista, un futbolista y un boxeador.
A las 8 y 9pm, las cadenas más importantes de esas tres empresas tienen sus telenovelas de mayor apuesta, lo que explica el por qué si una decide abordar la temática de la narcoviolencia o de la política por ejemplo, otra busque competir con un contenido semejante. Los domingos, si una pone un reality show en su horario estelar, normalmente la otra hace lo mismo, por las mismas razones. La única variante es que uno puede ser de músicos y otro de cocineros o bailarines.

Este 2016 sucedieron cosas importantes en la televisión. TV Azteca y Televisa hicieron experimentos, prueba y error, varios fueron exitosos y muchos otros no. Es parte de ese proceso de evolución y reaprendizaje, circunstancia a la que se agregó la llegada de un jugador nuevo, Imagen Televisión, y la perspectiva de más canales que el Instituto Federal de Telecomunicaciones ya está licitando. ¿Cómo va a evolucionar la TV abierta? Lo más emocionante es que sabemos que tiene que hacerlo, que tiene que ser pronto, tenemos algunos esbozos, pero en realidad aún no está tan claro cómo.
Por ahora, el valor agregado de la televisión que aún no es resuelto por los servicios de video bajo demanda es la transmisión en vivo. Los OTTs pueden realizarla con mucha eficacia e incluso más calidad, pero no han encontrado la fórmula. Noticias y deportes son el mejor ejemplo. En TV abierta es tan simple como incluir el noticiero o el partido en el horario indicado y hasta interrumpir la programación para la cobertura especial de un suceso relevante y súbito. En internet el servicio se ha pulverizado tanto que la NFL tiene uno propio al igual que la NBA y el UFC por ejemplo, que complementan su oferta con una videoteca enorme de eventos anteriores para la consulta de los aficionados.

Para los suscriptores, sustituir por completo a la televisión con OTTs es simplemente imposible. En los géneros audiovisuales en que es más o menos factible, necesitan elegir uno o varios para series y películas que nunca tendrían toda la gama de producciones que marcan tendencia porque están distribuidas en una oferta cada vez más fraccionada y además uno deportivo por cada afición que tengan, sin contar con que hay deportes tan importantes como el futbol a los que todavía no hay acceso total por esa vía.
Sí, la competencia se ha vuelto cada vez más complicada pero cada medio tiene todavía su propio valor.