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  • Samuel Prieto Rodríguez

Las paces entre Donald Trump y Univision pasan por Televisa


La forma de la relación debe cambiar porque es lo políticamente correcto. No es lo mismo una disputa entre particulares o entre un candidato y un medio de comunicación que entre el presidente de Estados Unidos y la quinta cadena de TV más importante de ese país así que hacer las paces, al menos para la percepción pública antes de la toma de posesión, es lo indicado.

En la reunión que tuvieron en la Trump Tower de Nueva York, Univision, la televisora con que las confrontaciones eran fuertes y continuas desde 2015, estuvo representada por su presidente y director ejecutivo, Randy Falco, e Isaac Lee, jefe de noticias, entretenimiento y digital.

Del lado del presidente electo estuvo el propio presidente electo, Donald Trump, acompañado de su yerno Jared Kushner y Hope Hicks, asesora y futura directora de comunicaciones estratégicas de la Casa Blanca.

Trump y su equipo han hecho lo mismo en días y semanas pasados con periodistas y directivos de otros medios con los que tuvieron enfrentamientos como CNN, NBC y The New York Times entre otros varios.

Los episodios de la contienda con Univision fueron varios y escandalosos. Iniciaron con fuerza el 25 de junio de 2015 cuando la cadena decidió poner fin a su relación comercial con todo negocio relacionado con el magnate, lo que significó no transmitir los concursos Miss USA y Miss Universo que ya tenía pactados bajo contrato. La razón fue que en el lanzamiento de su candidatura a la presidencia Trump calificó a los migrantes mexicanos como delincuentes, violadores y narcotraficantes, lo que ofendió fuertemente a la comunidad que representa la principal audiencia de la televisora.

El empresario demandó a Univision por 500 millones de dólares aunque en febrero de 2016 llegaron a un acuerdo extrajudicial. Sin embargo, la campaña política dio lugar a más altercados porque el canal de televisión dio un apoyo abierto a la demócrata Hillary Clinton y una cobertura marcadamente crítica al republicano. Uno de los momentos de mayor tensión fue durante una conferencia de prensa en Iowa cuando Trump dispuso la expulsión de Jorge Ramos, periodista principal de la cadena.

Independientemente de las represalias que podían esperarse con el triunfo del empresario en su incursión política, Univision tuvo consecuencias severas en la pérdida de credibilidad, audiencia y publicidad por su cobertura abiertamente tendenciosa al grado de que sólo 8 días después de las elecciones tuvo que anunciar el recorte del 6 por ciento de su personal, es decir 250 personas como lo comentamos en un análisis de este blog, particularmente en la multiplataforma Fusion que tiene contenidos en televisión de paga y en portal web sobre noticias, vida y estilo, cultura pop, etc, enfocados a los millennials descendientes de migrantes hispanos. Para reducir costos, toda esa operación se integró con la división Gizmodo Media Group.

Casualidad o causalidad, unos cuantos días antes de la reunión para limar asperezas, la Federal Communications Commission autorizó que hasta el 49 por ciento de las acciones de Univision pueda ser propiedad de extranjeros y específicamente que Televisa compre hasta el 40 por ciento de esos títulos con derecho a voto, es decir, que tenga un alto nivel de injerencia en las decisiones ejecutivas y operativas de la empresa.

Esta autorización de la FCC da oxígeno a Univision porque le permite listarse como empresa pública en la bolsa de valores con una mayor capacidad de maniobra para atraer inversionistas y a Televisa, que le provee la mayoría de sus contenidos, para expandir sus operaciones en el exterior, en dólares, en un momento en que el peso está sufriendo embates continuos y su negocio de televisión abierta en México atraviesa por una crisis severa.

#Finanzas #Periodismo #Televisión #Internet #Audiovisual

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