- Samuel Prieto Rodríguez
¿Qué tanto sabe internet de ti?

¿Cuánta información personal le entrega usted entre voluntariamente y sin saberlo a Facebook, a Google o a cualquier otra de esas empresas tecnológicas? Es cierto, hay que cuidarse del malware, el spyware, el ransomware y todas las amenazas de esa clase que son muy peligrosas, pero en un punto muy anterior terminan siendo lo de menos.
Queda claro que tener un perfil en la red social o una cuenta de correo electrónico con varios gigas de capacidad de almacenamiento en el buscador sin costo en dinero, no significa que no tenga un costo. No son organizaciones de caridad sino empresas multimillonarias. ¿Cuál es el precio que usted paga? Información. ¿Cuánta? Mucha más de la que imagina. ¿Qué tan delicada? Veamos.
Hay varias maneras en que soltamos información con una facilidad asombrosa. Lo común es aceptar un servicio sin siquiera leer los términos y condiciones o la política de privacidad. No dimensionamos el nivel de intromisión cuando un sitio nos advierte “este web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio”.
A las aplicaciones de los dispositivos móviles les permitimos acceder al directorio, a las fotografías, a los mensajes de voz y de texto, al registro de llamadas, bueno, hasta a nuestra localización exacta todo el tiempo. El tema es tan, pero tan amplio, que abordarlo por completo es imposible pero remitámonos a algunos ejemplos sorprendentes e inquietantes por cercanos.
Facebook es un monstruo que almacena cientos de petabytes de información. En 2016 sus ingresos sumaron 28 mil millones de dólares y tiene casi 2 mil millones de usuarios. Si fuera un país, sería bastante más grande que China.

Share Lab es un proyecto creado en la Universidad de Novi Sad, en Serbia, por el profesor Vladan Joler, que indaga en las entrañas de esa enorme bestia que es la red social más popular del planeta. El equipo incluye a expertos en análisis ciberforense y visualización de datos. Aun así, Joler reconoce que apenas sí han logrado explorar por debajo de la cubierta.
"Todos, cuando publicamos algo, cuando etiquetamos personas con tags, cuando hacemos comentarios, estamos básicamente trabajando para Facebook", dice el líder del proyecto. Cada cosa que hacemos en Facebook por mínima que sea, alimenta los complejos algoritmos que convierten nuestro comportamiento en un producto que vale oro para la red social.
Como para muestra, esta es una pequeña parte del diagrama de flujo que revela el mapeo de la influencia y las conexiones de Mark Zuckerberg a partir de lo que pudieron documentar.

"Mapeamos los 'Me gusta', los 'Compartir', las búsquedas, la actualización de estados, las fotos añadidas, los amigos, los nombres, todo lo que nuestros dispositivos están diciendo sobre nosotros, todos los permisos que le damos a Facebook a través de aplicaciones con el teléfono, la conexión de wi-fi y la posibilidad de grabar audios".
Aun así, la investigación muestra sólo una fracción de todo el panorama pero los resultados son impresionantes. El proceso de análisis también incluyó las repercusiones que tienen las patentes registradas por Facebook y sus adquisiciones como Instagram y WhatsApp. Con todo eso, hicieron diagramas de flujo que muestran cómo la información que compartimos le permite saber detalles sobre nuestra afinidad étnica, orientación sexual, afiliación política, clase social, rutinas de viaje, la edad de la pareja e hijos, hábitos de consumo y mucho más.

"Lo que es más llamativo es la sensación de resignación, la impotencia de la regulación, la ausencia de opciones, la apatía pública", dice Julia Powles, experta en legislación y política tecnológica de Cornell Tech, el campus tecnológico de la Universidad de Cornell, en Nueva York. "Lo que en sí mismo es una situación extraordinaria para una entidad que tiene poder sobre la información, realmente no hay un poder más grande".
¿Es posible saber cuánto sabe Facebook de sus usuarios? Técnicamente sí, o al menos lo que la red social quiere que sepamos sobre lo que saben de nosotros. Si usted tiene abierta su sesión en esta conexión, puede echar un vistazo a la página de preferencias. Dando click en cada carpeta, se sorprenderá.

¿Para qué usa Facebook toda esa información? La respuesta completa también es toda una incógnita, pero la más evidente tiene que ver con la publicidad.

Hasta aquí sólo hemos hablado de Facebook pero cuando entramos a internet utilizamos bastantes sitios más ¿no? ¿Qué tal Google? Es la misma cosa. Nada más como por curiosidad, haga click en su cuenta y de ahí en “Privacidad”.

El texto es algo largo pero básicamente le dice toda la información que recolecta de usted cada que busca algo, da click o hace cualquier movimiento. Si tiene más curiosidad, vaya al link “Mi cuenta”.

Toda esa página puede darle información sobre usted que podría terminar siendo espeluznante. Nadie lo conoce tan bien como Google. Eso incluye hasta que puede decirle a detalle todos los movimientos que ha hecho si va a la carpeta “Mi actividad”.

¿Así o más? Aquí en El Despacho del Productor no espiamos a las visitas pero sí hemos estudiado a fondo qué hacen los servicios de video bajo demanda para mantener atrapada a su audiencia y también cómo saben en qué contenidos invertir millones basándose en toda la información que recopilan de sus usuarios.
Lo saben todo. George Orwell, el escritor de “1984”, la novela que habló por primera vez de un “Big Brother”, se quedó corto.