top of page
  • Samuel Prieto Rodríguez

Roku, abajo por piratería


Roku es uno de esos dispositivos que nacieron como producto de 2 circunstancias en la industria audiovisual: el apagón analógico que volvió obsoletos a millones de receptores de televisión de la noche a la mañana y la proliferación de servicios de video en streaming on demand.

Los primeros dispositivos actuaron como decodificadores para recibir los canales de televisión abierta digital extendiendo la vida útil de los receptores análogos. Después fueron sofisticándose para convertir en vez de sustituir una pantalla de TV en smart TV, es decir, capaz de convivir también con apps e internet entre otras cosas, a un costo considerablemente menor. Otro argumento de venta es que el dispositivo hace mucho más sencilla la operación de la pantalla que con su control remoto.

Bien, ¿no? El problema es lo abierto del sistema de Roku y sus vulnerabilidades. Llegó al mercado mexicano en octubre de 2015 y una de las ventajas que presumía desde entonces frente a otros competidores como Apple TV es la accesibilidad de su plataforma para cualquier desarrollador.

Dicho más claro, además de Netflix, Vimeo, YouTube y otros servicios ya consolidados, también deja la puerta abierta para que otros desconocidos ofrezcan contenidos ya sea con acceso libre o mediante el pago mensual de una suscripción, sin las políticas, filtros legales, tecnológicos y supervisión suficientes.

Es justo en ese punto donde la piratería y otras violaciones a los derechos de autor hacen acto de presencia. Resulta que varios de esos otros "desarrolladores" son en realidad hackers que roban señales de televisión de paga o contenidos online y crean su propia oferta por suscripción que sus “clientes” les pagan mediante depósitos online o esos que son cada vez más populares en las tiendas de conveniencia, lo que representa grandes pérdidas para quienes invierten en generar y distribuir esos canales y obras audiovisuales.

En México el mayor problema es con Roku, pero en el mundo está tan generalizado que firmas como DirecTV y Nagra están haciendo alianzas y campañas contra esa clase de piratería.

La batalla legal de Televisa y su cablera contra la comercialización de Roku en México es parte de esa misma cuestión. En realidad, los fabricantes del dispositivo y su plataforma no son responsables de algún delito sino que el punto es evitar que los hackers piratas tengan la manera de hacer su negocio ilegal.

Eso, sin menoscabo de otras alertas como la de que sus “clientes”, atraídos mediante la oferta de los contenidos que buscan más baratos, pueden terminar siendo víctimas de otros delitos como el robo de identidad, la clonación de sus tarjetas bancarias, la extorsión y vaya usted a saber cuántos más.

"Cablevisión no puede permitir que el contenido que tiene licenciado por empresas nacionales y extranjeras sea utilizado ilegalmente", justificó María Eugenia Zurita, portavoz de Cablevisión, en un correo electrónico. "Nos gustaría también que Roku Inc. supervisara de mejor manera el uso de su software para que no sea usado indebidamente".

La venta de Roku en el país está detenida por orden judicial. Todo el conflicto legal inició cuando Cablevisión interpuso su demanda ante el Juzgado Trigésimo Octavo de lo Civil, que en el expediente 436/2017 ordenó a empresas como El Palacio de Hierro, Liverpool, Sears e incluso sitios online como Amazon, que detengan la importación y venta del dispositivo.

Más aún, dispuso que instituciones financieras como Banorte y BBVA Bancomer además de tiendas de conveniencia como OXXO y 7-Eleven se abstengan de recibir pagos a una lista bastante larga de cuentas vinculadas al servicio que presuntos hackers piratas estaban ofreciendo mediante la plataforma de Roku.

Tras las respuestas legales, amparos y demás recursos de ida y vuelta, el 28 de junio el Décimo Segundo Tribunal Colegiado Federal en Materia Civil resolvió por unanimidad la suspensión de la importación y distribución de los equipos Roku en el país, dado que son usados por piratas hackers para robar contenidos audiovisuales licenciados a Cablevisión, que es la demandante, así como a otras empresas.

Un par de días después, Televisa emitió un comunicado en que expresa: “Esperamos Roku haga ajustes en su software, como ya lo han hecho otras plataformas de distribución de contenidos en línea, para que no se convierta en el aparato preferido por violadores de normas nacionales e internacionales en materia autoral”.

Esperemos que así sea.

#Internet #Audiovisual #Televisión

bottom of page