- Samuel Prieto Rodríguez
Netflix, sus competidores y sus límites

El gran encabezado de Netflix en sus resultados del segundo trimestre de 2017 es que rebasó los 100 millones de suscriptores en el mundo y también las expectativas de muchos analistas financieros que esperaban un crecimiento de 3.2 millones de usuarios que terminaron siendo 5.2 millones. Muy bien, pero como el diablo está en los detalles, examinémoslos un poco.
De los usuarios nuevos, 4.14 millones están afuera de Estados Unidos y 1.7 millones dentro. Hay que decir que incluso los nuevos suscriptores dentro de sus fronteras son muchos más de los que marcaban las expectativas. Esperaban 630 mil que aun así habrían sido muchos más que los 162 mil que se sumaron en el mismo trimestre del año anterior.
Pero lo que llama aún más la atención es que el total internacional asciende a 52 millones, es decir, por primera vez son más que los domésticos aunque por un margen todavía muy pequeño de 100 mil.
Los mercados celebraron todo ese crecimiento con fuegos artificiales y un aumento de 10 por ciento en el precio de la acción, pero ¿no sería un síntoma de que el mercado estadounidense de los servicios de streaming de video bajo demanda estaría llegando a su punto de saturación? Es pregunta, responderla es muy complejo, pero algo que sí es claro es que Netflix está enfocando desde hace tiempo la mayor parte de sus esfuerzos en el crecimiento internacional con marketing y producciones originales locales en mercados como el hispano con Cable Girls, por ejemplo, o más específicamente en México con Ingobernable.
Seamos un poco más quisquillosos. La resolución reciente de una corte federal de Estados Unidos establece que ahora el uso de una contraseña ajena es un delito federal equiparable al hacking en la Ley de Fraude y Abuso de Computadoras. Hasta ahora, permitirlo había sido una de las varias razones por las que Netflix es el servicio de video por suscripción más popular, sin embargo, no parece tener la intención de apelar o impugnar la decisión legal que, por ahora, sólo aplica en su país.

Una encuesta de Reuters documenta que ahí, el 21 por ciento de los usuarios que tienen entre 18 y 24 años comparten cuentas. Tampoco parece ser para tanto pero las proyecciones para el futuro inmediato según analistas cautelosos son que para el segundo trimestre de 2018 los ingresos tengan una caída de 31 por ciento y un escenario de pérdidas por 550 millones de dólares para 2019 si la situación sigue como hasta ahora.
Además de la capacidad para detectar desde dónde y cómo se conectan sus suscriptores, el servicio tiene paquetes algo más caros para el uso de 2 o 4 simultáneos para evitar el freeloading entre otras medidas. Aun así el propio CFO de Netflix, David Wells, dice que los afectados por la prohibición de compartir contraseñas no necesariamente pasarán a contratar su propia cuenta. Pero el asunto va más allá porque la laxitud había permitido que muchos usuarios pudieran tener acceso a varias opciones y ahora tendrán que elegir una lo que podría tener un efecto contrario al esperado, o sea, una pérdida en vez de una ganancia de suscriptores.
Por eso la pregunta: ¿estaría llegando el mercado estadounidense de los servicios de streaming de video a su punto de saturación? Todas esas son sólo observaciones.
¿Y qué pasa en México? Las circunstancias son diferentes porque acá ese mercado todavía está en pañales y muy lejos de llegar a su punto de maduración, etapa por la que sí están pasando ya los sistemas de televisión de paga.
De acuerdo con un estudio de The Competitive Intelligence Unit, al primer trimestre de 2017 el mercado de STAR (Servicios de Televisión y Audio Restringidos) alcanzó 26.7 millones de suscripciones, 7.4 por ciento más que el mismo periodo del año pasado. Dentro de este mercado se identifica que el segmento de mayor crecimiento es el de OTT con 7 millones de suscripciones y un coeficiente de crecimiento anual de 24.1 por ciento, mientras que en el segmento satelital (11.2 millones) y en el de cable y otras tecnologías (8.6 millones) se registró un aumento de 3.7 y 1.1 por ciento respectivamente, en una fase de maduración intermedia con tasas de crecimiento positivas pero decrecientes.

Netflix no es la única OTT en México, sino también Amazon Prime, Blim, Claro Video, Dish OTT, HBO GO, Totalplay y otras más. Todas juntas tienen, de acuerdo con la información de The CIU, 7 millones de suscriptores que, como para dimensionar, están en un país con 129 millones de habitantes.
La clave en el crecimiento de suscriptores de esos servicios es el contenido. Las nuevas temporadas de House of Cards y Orange is the New Black tuvieron grandes impactos y el estreno de 13 Reasons Why también hizo lo suyo tras estrenarse el último día del primer trimestre. El informe financiero de Netflix se publicó luego de las nominaciones a los premios Emmy 2017 entre las que el servicio de streaming obtuvo 91 con producciones originales como Master of None, Unbreakable Kimmy Schmidt y Stranger Things.
Pero las nominaciones también destacan la competencia cada vez más feroz en el mundo del video on demand considerando que Amazon está aumentando también su gasto en contenido, tanto que el CEO de Netflix, Reed Hastings, le dijo en algún momento a CNBC que su principal competidor es un enemigo “de mucho miedo”.
Apple, otro gigante, también está incursionando en el negocio de las producciones originales con programas como Planet of the Apps y si eso es poco, Alphabet, Facebook, Twitter y otros también han comenzado a explorar la creación de su propio contenido de video, como lo hemos ido documentando aquí en El Despacho del Productor.
Lo que está haciendo Netflix al respecto es sacar a la infantería y la artillería pesada. Durante el trimestre estrenó muchísimo material original: 14 nuevas temporadas de sus series, otras 9 para niños, 13 especiales de comedia, 6 documentales, 2 series documentales y 9 largometrajes. ¿Así o más?

Por cierto, revolucionar el negocio de la televisión ya no es su único objetivo. Ahora tiene los ojos puestos también en el cine. Este año habrá lanzado 40 películas que van desde grandes producciones como Okja, War Machine y Bright, con grandes estrellas y directores distintivos al estilo de Hollywood aunque sin aliarse con ese universo, hasta las independientes de bajo presupuesto.
“Crear una red de televisión es ahora tan fácil como crear una app y la inversión está invadiendo la producción de contenido en todo el mundo”, reconoce Netflix. “Parece que nuestro crecimiento acaba de expandir el mercado”, dice la compañía en un comunicado. “La naturaleza en gran medida exclusiva del contenido de cada servicio significa que no somos sustitutos directos unos de otros, sino nos complementamos”.
Hablemos ahora de finanzas. Durante el trimestre, Netflix dijo que gastaría más de mil millones de dólares en 2017 sólo en costos de mercadotecnia y proyecta que su flujo de caja será negativo “por muchos años” ya que tiene inversiones cuantiosas en contenido original. Su cálculo es que este año ese déficit será de 2 mil a 2.5 mil millones.
No, si el negocio de los contenidos audiovisuales no está nada fácil y cada vez se vuelve más complejo.