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  • Samuel Prieto Rodríguez

Disenchantment (Desencanto)


No es mucho lo que sabemos y ese es el primer desencanto. Es un lugar en el que conviven ogros, espíritus, arpías, trolls, morsas, diablillos y humanos venidos a menos. No, no es la oficina sino Dreamland, un reino medieval. La historia es sobre Bean, una princesa a quien le gusta mucho la bebida; Luci, su demonio personal, y un elfo bastante excéntrico llamado... Elfo.

“Disenchantment será sobre la vida y la muerte, sobre el amor y el sexo, sobre cómo seguir riendo en un mundo repleto de sufrimiento y de idiotas, a pesar de lo que los ancianos, los magos y otros cretinos te digan”, comenta el famoso creador de esta historia.

El productor y dibujante Matt Groening también es autor de Futurama y Los Simpson, la popular familia amarilla que lleva 30 años, desde el 19 de abril de 1987, entrando a los aparatos de televisión de millones de hogares en decenas de países, primero con unos cuantos cortos animados de la familia disfuncional, sátira de la sociedad estadounidense, y luego con 28 temporadas completas que ya llevan más de 615 episodios.

Disenchantment es un encargo de Netflix que ya tiene apalabradas 2 temporadas de 10 capítulos cada una y la primera se estrenará en algún momento de 2018. La vicepresidenta de contenido original del servicio de video por suscripción en internet más popular de este muy loco planeta, Cindy Holland, dice que la serie llevará “el estilo característico y el ingenio mordaz” que caracteriza a Groening.

Esta no es la primera serie animada para adultos de Netflix, pero dado su autor sí es la que causa más expectativas. Otra es BoJack Horseman, un personaje mitad caballo y mitad hombre que fue famoso en los noventa, pero 20 años después es un cascarrabias con un corazón no precisamente de oro, tal vez de cobre, alcohólico porque la realidad es difícil de tragar.

Una más es F is for Family, serie ambientada en los setenta en que la cerveza fluye libremente incluso al volante, nada se interpone entre un hombre y su televisión, la mamá es amante de la comida congelada y los chavos reciben golpes por insolentes.

A Netflix le gustan los contenidos contestatarios, arriesgados e irreverentes. A Matt Groening esos le salen muy naturalmente. Los Simpson tienen fama de eso y la han tomado con más fuerza considerando que aun cuando se transmiten en la cadena más afín a Donald Trump, lo han parodiado y odiado varias veces.

El episodio 17 de la temporada 11 transmitido en marzo del año 2000, ahora es muy recordado porque el entonces muy improbable pero ahora sí presidente de Estados Unidos dejaba de serlo entregando el mandato a Lisa Simpson con un país hundido en tantos problemas que resolverlos es punto menos que imposible. El escritor de aquel capítulo, Dan Greaney, explicó que “parecía el último paso lógico antes de tocar fondo. Se propuso porque era consistente con la imagen de Estados Unidos volviéndose loco”.

Mucho más recientemente, una parodia de los primeros 100 días de gobierno de Trump en abril de este año, inicia con Sean Spicer ahorcado con una cuerda en la sala de prensa de la Casa Blanca y un letrero que dice “I quit” (renuncio). El viaje de la cámara hacia la recámara presidencial pasa por Jared Kushner y Steve Bannon ahorcándose uno al otro. El presidente aparece en su cama, rodeado de libros sobre temas escandalosos de su gobierno y un asistente le acerca una copia de la ley HR278 sobre la inmigración y la construcción del muro fronterizo.

Otra parodia de los primeros 125 días ya muestra a Bannon, Ivanka Trump y Kushner ahorcados; a Mike Pence auto asumiéndose como el presidente y al fantasma de Richard Nixon, quien renunció en 1974 tras el escándalo del Watergate, apareciéndose en la recámara de Donald Trump.

Desencanto, ¿no?

#Netflix #Audiovisual

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