- Samuel Prieto Rodríguez
Cometer errores es de humanos, la diferencia es...

La humildad de reconocer. Queda claro que el fiasco de Frida Sofía no fue un montaje sino un error acentuado con ineptitud, pero si la soberbia aumenta el nivel de ceguera, echar culpas, limpiarse las manos en otros y hacer mucho ruido proclamando victimización aumenta el ridículo en vez de reducirlo a su justa dimensión.
La autocrítica en un periodista es fundamental. El ejemplo lo puso el presentador del noticiero matutino de Imagen Televisión, Francisco Zea, en su columna del lunes 25 de septiembre, titulada ¡Gracias y perdón!, en el periódico Excélsior: “Disculpas, a nombre mío y de los que no hicimos nuestro trabajo responsablemente y seguimos una historia que sólo contribuyó al desánimo y a la desconfianza. Mi torpeza y la de algunos medios no debe de ser excusa para maniobras maquiavélicas en beneficio de los números de audiencia. No nos disculpa el desconocimiento, pero tampoco hace menos pillos a los que lo fraguaron. Ofrezco por eso mis sentidas disculpas”.
La reportera más involucrada en el escándalo, Danielle Dithurbide, de Televisa, agregó bastante intensidad a su versión mediante un mensaje grabado con su celular: “Había muchísimas emociones, había muchísima ilusión, había muchísima esperanza, no me podía ni siquiera imaginar el momento en el que viéramos salir de los escombros la camilla con la niña. Después sucedió lo que sucedió y mi sorpresa y mi impotencia no sólo por lo que significaba para mi labor periodística fue gigante, sino también mi desilusión y mi frustración no tengo palabras para describírselas ¿por qué? Porque yo también siento, porque siento como humano, porque siento como mujer y lamento profundamente lo que ocurrió”.
Más adelante, agrega: “Déjenme platicarles antes que cuando uno está cubriendo una zona de desastre se tiene que atener en muchas ocasiones a lo que las autoridades al mando dicen. Y aun con eso en la mayoría de las ocasiones cuando las autoridades me decían algo yo bajaba a que las personas y los rescatistas me lo dijeran o subía a que las autoridades me dijeran lo que las personas y los rescatistas les habían dicho En una zona así hay que tener mucho cuidado y mucha precaución hasta donde llega uno y no se puede pasar los límites que se le permiten no sólo porque pone uno en riesgo la vida sino porque obstaculiza las labores de rescate. Qué más hubiera querido yo que entrar a los rescates y entrar a los escombros y ver lo que los rescatistas nos decían”.
Joaquín López-Dóriga no mostró la más mínima autocrítica sino se escudó en que el error fue cometido por muchos y en que, según él, se siguieron todos los protocolos periodísticos. Así lo afirmó en su columna del lunes 25 de septiembre, titulada Frida Sofía fue de todos, en el periódico Milenio:
“No sé cómo surgió el nombre de Frida Sofía, pero en todas las estaciones de radio, televisión, periódicos, portales, redes, se convirtió en el centro de atención hasta que ayer al mediodía el subsecretario de Marina Ángel Sarmiento Beltrán anunció que no había menores atrapados, pero sí indicios de vida, posiblemente de un adulto”.
“Y a partir de ese momento, hubo quienes en las redes cargaron contra mis compañeros Carlos Loret, Denise Maerker y Danielle Dithurbide, el que esto escribe y, por supuesto, Televisa, cuando la historia fue de todos y por nadie desmentida hasta la declaración del almirante”.
“Debo decir que periodísticamente se cumplieron los códigos y protocolos, las fuentes oficiales y testimoniales, que siempre se actuó de buena fe,” agrega. Pero ¿fue así? Aquí mismo, en la entrada anterior de El Despacho del Productor, lo dilucidamos: “ni a la reportera, ni a los conductores de la televisora, ni al productor, ni al jefe de información se les ocurrió aunque se trata de una regla básica del periodismo cuando algo no cuadra: cotejar y verificar con al menos 2 fuentes independientes. La materia prima estaba ahí, dicha por la propia reportera: no había Fridas ni Sofías desaparecidas y además no había padres de familia desesperados en busca de ningún estudiante. Era cosa de investigar, ¿no?”

En su columna del lunes, titulada En defensa de los medios, Carlos Loret de Mola argumenta en el periódico El Universal: “Lo primero que hay que entender es que, al reportear cualquier noticia, los medios de comunicación hacen lo que pueden con los recursos a su alcance”. Totalmente cierto pero cuestionable. Sabemos que Televisa enfrenta problemas financieros importantes pero también que si un medio de comunicación en México tiene los recursos para un despliegue noticioso muy amplio es justamente esa empresa.
Otros defensores de Televisa, como el columnista Javier Tejado Dondé, exhibieron un monitoreo hecho por Eficiencia Informativa: “la primera mención de una niña atrapada fue el día 20 de septiembre a las 2:27 horas en el portal de La Crónica y como autor de la nota estaba Daniel Blancas. Horas después, se sumaron a la información el sitio de El Universal, Foro TV, El Financiero, ExOnline, SDP Noticias y Radio Fórmula”.
“No fue sino hasta las 18:05 horas que Foro TV a identificó como Frida Sofía y después de ello se sumaron, también con ese nombre, SDP Noticias, El Sol de México, El Universal, El Economista, 24 Horas, La Crónica, Capital 2, Imagen, Proceso, Milenio, ADN, Financiero-Bloomberg y Aristegui Online”.
Mal de muchos, consuelo de Televisa, pues. No conforme, el director general corporativo de comunicación de la televisora, Rubén Acosta Montoya, envió una carta al periódico El Universal protestando contra la columna de Sabina Berman:

En serio, ¿no habría sido mucho mejor asumir, reconocer y dar vuelta a la página?