- Samuel Prieto Rodríguez
Habrá nuevos canales de TV abierta. Más competencia, ¿más calidad?

Serán 32 canales de televisión abierta nuevos en 29 zonas de cobertura distintas, ubicadas en 17 estados, con una audiencia potencial de 50.44 millones de habitantes. El número de sintonías de TV radiodifundida comercial en México aumentará 33 por ciento lo que, visto así, es un paso importante en cuanto a competencia y todo lo que implica en este sector: libre mercado, libertad de expresión, calidad de contenidos, etc.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones informó que entregará los títulos de concesión entre el 18 y el 20 de diciembre y, de acuerdo con los plazos, esos canales estarían al aire a más tardar en un año considerando que los nuevos y flamantes concesionarios tendrán 60 días hábiles para entregar su propuesta técnica y, una vez aprobada, otros 180 días hábiles para echarlos a andar.
Suena bien, ¿no? Originalmente eran 148 las frecuencias que se integraron a la licitación, pero de ellas únicamente las 32 adjudicadas despertaron el interés de algún inversionista. En unos casos, como los de Telsusa y Televisión Digital con Multimedios, se trata de ampliar su red ya existente con la posibilidad de formar cadenas regionales o multirrregionales. En otros, como el de Francisco Aguirre, presidente de Grupo Radio Centro, serán canales locales.
¿Qué margen de maniobra tienen las televisoras actuales para enfrentar la nueva competencia? Revisemos.
TV Azteca es la única que sí creó una estrategia visible y sólida anticipándose a esa competencia. El 20 de marzo puso al aire a+, un canal de programación generalista que cubre a todo el país pero está diseñado para que las estaciones locales de la televisora bloqueen libremente los horarios que les indiquen sus propias estrategias para insertar noticieros con notas importantes de sus estados y contenidos específicos para la población que atienden. Eso permite, por ejemplo, la difusión de deportes como el beisbol, muy popular en el norte y el sureste, y no sólo de futbol que es la afición principal en la zona centro.

Televisa no tiene mucho por hacer considerando que generar más señales de televisión abierta sería algo así como un absurdo dado que sus canales tradicionales pasan por crisis importantes de rentabilidad. Los reacomodos que anunció recientemente van hacia enfocarse más en la producción de contenidos mejores sin distraerse tanto en el resto de los negocios de su grupo. Si su nueva estrategia le resulta, algo podría hacer con sus programaciones locales.
Imagen Televisión es la que queda en más desventaja. Mientras los ganadores de esta nueva licitación obtuvieron específicamente las zonas de cobertura que pueden serles rentables, el canal 3.1 tiene que invertir miles de millones de pesos en completar a más tardar en 2020 su cobertura nacional con 123 estaciones, algunas de ellas en sitios donde no hay un mercado atractivo, por ejemplo Guachochi, en el estado de Chihuahua, que tiene algo menos de 50 mil habitantes, muchos de ellos analfabetas y muchos más sin acceso a todos los servicios básicos. De los 10 mil hogares que hay ahí, sólo 3 mil 400 tienen al menos una televisión. De hecho, las señales que llegan son por DTH porque no hay ninguna otra de TV abierta.

Mientras Televisa y TV Azteca ya tienen suficientes años al aire como para tener más que amortizadas sus inversiones en infraestructura, Imagen Televisión apenas está construyéndola. En cuanto a contenidos, sus inversiones de inicio también son limitadas. Durante sus primeros doce meses de vida produjo y/o coprodujo cuatro series y el anuncio es que para el segundo año serán ocho. El resto de su programación no tiene una propuesta que se distinga de lo que ya hacían desde hace mucho las televisoras más antiguas.
Más aun, sus noticieros no muestran una mayor y refrescada independencia editorial propia de la competencia. Cuando cumplieron un año al aire, el periodista Rafael Cabrera publicó un reportaje en BuzzFeed en que afirmó que la televisora recibió durante ese tiempo 333 millones de pesos del gobierno por espacios de publicidad pagada en vez de utilizar los tiempos oficiales que le confiere la ley.
Recientemente, Grupo Imagen puso su señal Excélsior TV en el subcanal 3.4 de Imagen Televisión para que se vea también en todo el país. Un canal que no hace el más mínimo honor a la marca del periódico impreso y su versión online, con una producción marcadamente deficiente, errores técnicos y audiovisuales propios de una cablera de pueblo rural, que interrumpe su programación abruptamente para transmitir completos los actos públicos de la Presidencia de la República y hace que sus periodistas anuncien productos milagro dentro de los noticieros. Es decir, prácticas que no tienen nada que ver con la calidad a la que obliga la competencia.

Ahora, ¿qué esperar de los nuevos participantes en el negocio de la televisión? Siempre, por nuevo, se otorga de entrada el voto de confianza y el beneficio de la duda, ¿no? Veamos. Aquí mismo, en El Despacho del Productor, hemos hecho algunos análisis.
La empresa más polémica entre las ganadoras de nuevas concesiones es Telsusa, que se embolsó 12 de las 32, propiedad de Remigio Ángel González, magnate de origen mexicano con un imperio mediático llamado Albavisión que tiene presencia en 14 países de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe donde opera 45 canales de TV, 68 estaciones de radio, 65 salas de cine y un periódico además de algunos otros negocios como restaurantes, tiendas departamentales y hasta un equipo de futbol.
El problema es su desprestigio. En Guatemala, una investigación de la Organización de las Naciones Unidas lo vinculó con la red de corrupción y lavado de activos que tendieron el expresidente Otto Pérez Molina y a la exvicepresidenta Roxana Baldetti Elías, ambos ahora encarcelados. Aquí mismo, en México, Remigio Ángel González estuvo encarcelado en 1987 por defraudar a Gustavo Alatriste con la renta de sus salas cinematográficas.

Por otra parte, la sorpresa la dio Francisco Aguirre Gómez, presidente de Grupo Radio Centro, quien ahora sí pagó los 425 millones 929 mil pesos de la contraprestación para operar un canal de televisión abierta en la Ciudad de México y su área metropolitana, luego de que dejó vestido y alborotado al IFT en 2015 cuando no pagó los 3 mil 58 millones que había ofrecido por una cadena nacional.

La expectativa más alta la tiene Multimedios, empresa de mucho prestigio y penetración en el norte, basada en Monterrey, que obtuvo una señal en la Ciudad de México y su área metropolitana además de otra en Guadalajara mediante su subsidiaria Televisión Digital. Multimedios también se hizo de un canal en Ciudad Juárez, otro en Monclova y uno más con cobertura en Puebla, Tlaxcala, Huamantla y Apizaco.

Más competencia. ¿Más calidad?
Aquí la lista de los nuevos canales y sus concesionarios.

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