- Samuel Prieto Rodríguez
Los tentáculos y colmillos del monstruo del video en 2018

El pronóstico generalizado, ahora también para 2018, sigue siendo que ahí viene el coco y que la televisión está por morir, relegada en el olvido. ¿Y sí? La previsión de El Despacho del Productor se mantiene: los servicios de video online no sustituyen a la TV sino la complementan. El my time de los OTT es absolutamente distinto al prime time del aire y el cable.
Pero no caigamos en el error del oscurantismo ni tratemos de tapar el sol con un dedo, así que exploremos cómo va esa correlación.
De acuerdo con la agencia de investigación Ovum, “pocas tendencias serán más grandes en 2018 que la transformación de la televisión y el video en tecnología y servicios over-the-top (OTT)”. Su proyección es que esos servicios representarán el 18 por ciento del total de ingresos de TV y video, ya sea por pago o publicidad, durante el próximo año en todo el planeta, lo que significa que su participación crecerá en 60 por ciento.
Según el estudio, “en el mercado de televisión y video más avanzado del mundo, Estados Unidos, obtendrán un asombroso 98 por ciento de crecimiento”.
Ese enorme monstruo conocido en el ámbito de la industria y el financiero como FANG, formado por los 4 gigantes tecnológicos metidos a generadores de contenidos, representará en 2018 el 9 por ciento de los ingresos totales de televisión y video en EU lo que incluye embolsarse el 64 por ciento del crecimiento de esas percepciones, pastel que les dolería mucho tener que compartir con los grandes consorcios de las telecomunicaciones por aquello del fin de la neutralidad de la red ¿no?

El crecimiento de las ganancias de FANG se deberá en parte a la saturación de la televisión tradicional en Estados Unidos y, claro, a su dominio cada vez más grande del mercado de video online donde se esperan sorpresas como la de que Amazon rebasaría a Netflix y, juntas, ambas compañías sumarán el 69 por ciento de los ingresos de servicios OTT de video por suscripción mientras que Facebook y Google, mediante su filial YouTube, acumularán el 45 por ciento de las ganancias de los servicios in-stream, como se conoce al video financiado por publicidad.

Hay que decir que Estados Unidos no es el mundo y que en el grueso de las naciones el video online está todavía mucho más lejos de alcanzar a la televisión en cuanto a alcance y audiencia. Más aun, Netflix no es necesariamente el servicio más popular en todo el orbe, dado que al menos en 19 países tiene competidores más fuertes o se espera que los tenga en 2018, según el estudio de Ovum.

También de acuerdo con la proyección, se supone que Apple entre al juego más de lleno durante el año que inicia, aunque todavía no tenemos muy claro cómo. Aquí mismo, en El Despacho del Productor, vimos hace pocos meses que contrató a los exejecutivos de Sony, Jaime Erlicht y Zack Van Amburg, a quienes les confió 1,000 millones de dólares para hacerse de contenidos originales, cantidad que termina siendo muy irrelevante considerando los montos de inversión que hace FANG.
Lo más conocido de la producción audiovisual de Apple es el fallido Planet of the Apps y el popular Carpool Karaoke que puede verse en la plataforma iTunes. De ahí en fuera sabemos poco, por ejemplo, que Erlicht y Van Amburg acordaron rehacer la serie de antología Amazing Stories en colaboración con NBC y están en la negociación de otro programa sobre presentadores de programas de televisión matutinos, estelarizado por Reese Witherspoon y Jennifer Aniston.
Lo que queda claro es que, al menos por ahora, a Apple no le interesan las producciones de alto impacto como Game of Thrones. Si bien despierta expectativas altas en Hollywood, muchos productores están etiquetando a la compañía como excesivamente conservadora y cautelosa lo que, hay que decir, tampoco representa el fin del mundo. Otras como Microsoft y Yahoo! también decepcionaron en su momento y abandonaron la aventura en poco tiempo.

Con respecto al nuevo Facebook Watch, que inició operaciones más en forma este año en Estados Unidos con producciones sustentadas en la publicidad y no en el pago de una suscripción, se espera que se internacionalice en 2018 pero no que le haga mucha competencia a YouTube hasta que refine su experiencia en anuncios de video y ofrezca métricas publicitarias más robustas y confiables para que los anunciantes se animen a poner ahí sus anuncios.

Desde 2014 la profecía más insistente y extendida en los muy profundos y sesudos análisis de muchos especialistas ha sido que 2018 será el año en que internet supere a la televisión en cuanto a inversión publicitaria. En el final de 2017, previo a la muy anticipada, prevista y escandalosa hecatombe, hay bastantes que mantienen su predicción.

Nadie niega que los servicios de streaming de video están creciendo y tienen todavía un potencial de mercado impresionante, pero hemos documentado que ese y el de la televisión son complementarios además de que particularmente la TV abierta seguirá siendo el medio publicitario masivo por excelencia durante un buen rato más. Los puntos de vista están justo ahí, a la vista. ¿Apostamos?