- Samuel Prieto Rodríguez
Los planes de Netflix para 2018

Netflix pasó en unos cuantos años de ser un videoclub a domicilio en Estados Unidos a convertirse en una gigantesca plataforma de entretenimiento y creación de contenido propio.
Apenas hace cinco años, en 2013, estrenó su primera serie original pero tiene una estrategia tan agresiva que este 2018 está invirtiendo 8 mil millones de dólares en contenidos exclusivos desde los 6 mil millones que utilizó el año pasado para ese mismo objetivo. Intentando dar una idea un poco más gráfica, espera tener 700 producciones propias entre series y otros programas unitarios nuevos o con temporadas renovadas.
Entre sus fichas para generar calidad, durante febrero agregó a la nómina al productor y director Ryan Murphy, creador de éxitos en televisión como Nip/Tuck, American Horror Story y Glee, por bastantes millones de dólares. Entre los primeros estrenos a nivel global que tendrá a su cargo para la plataforma están Ratched y The Politician.
La primera está basada en la novela de Ken Kesey, One flew over the cuckoo's nest, hecha película en 1975, que protagonizó Jack Nicholson interpretando a Randle Patrick McMurphy, un veterano de guerra deshonrado por insubordinación, declarado culpable por delitos sexuales, quien decide declararse enfermo mental para salir de la cárcel y cumplir su condena en una institución psiquiátrica en donde se enfrenta en una guerra de juegos de poder con la tiránica enfermera Ratched, personificada por Louise Fletcher.
Netflix se quedó con los derechos para producir la serie tras una guerra de ofertas contra Hulu y Apple. En esta versión, la temible Ratched será interpretada por la actriz Sarah Paulson quien ya ha trabajado y ganado premios con Ryan Murphy.

En cuanto a The Politician no hay muchos detalles pero se sabe que es una comedia satírica que será protagonizada por Ben Platt y participarán, al parecer, Gwyneth Paltrow y Barbra Streisand.
Otra productora que está agregándose a las filas de Netflix es Shonda Rhimes, creadora de varias de las series más exitosas de la cadena ABC como Grey’s Anatomy y más recientemente la trama política Scandal.

Pero de regreso a la estrategia global hay que decir que de las 700 producciones originales de la plataforma, 80 no son en inglés como la mexicana Club de Cuervos o la alemana Dark y hasta una nueva serie en árabe para el mercado de medio oriente llamada Jinn en la que no están siendo nada mezquinos con el presupuesto. La idea es que para un servicio con proyección mundial los contenidos locales o regionales son indispensables para crear arraigo.
Suponiendo que por alguna razón extraña alguien pensara que todo eso es poco, también planea agregar 80 películas propias. Eso, por cierto, muestra que el video online es más competencia para la televisión que para las salas cinematográficas aunque hasta para Hollywood es todo un reto seguirle el paso.

Viendo el asunto desde otro ángulo, hay que incluir el apunte de que las películas de Netflix no han sido los hits que podrían esperarse. La más popular recientemente es Bright, protagonizada por Will Smith, que ha recibido críticas bastante severas aunque ya está anunciado que habrá una secuela. Otras que tampoco han tenido tan buen impacto que digamos son The Cloverfield Paradox y Mute, estrenadas durante el primer tramo de este 2018.

Uno de los pendientes que quedan del año pasado, de acuerdo con los proyectos de la plataforma que expusimos en su momento aquí en El Despacho del Productor, es terminar la compleja película The Other Side of The Wind que Orson Welles comenzó en 1969 y abandonó en 1976. Se trata de una sátira del Hollywood de aquella época, protagonizada por John Huston, Bob Random, Peter Bogdanovich, Susan Strasberg y Oja Kodar.
Como explicábamos justo hace un año, Wells había dejado el filme básicamente listo para los últimos pasos, es decir, el montaje final, poner banda sonora y mezclar, pero eso no significa para nada una tarea fácil. El material original incluye 1,083 rollos de película en negativo, unos en blanco y negro, otros en color, fotografía estática, 8, 16 y 35mm para escanear en 4K y así poder procesarlos. Eso sin contar que además es ineludible revisar a detalle las bastante enredadas y complicadas notas del propio director sobre cómo planeaba la edición final.

Para terminar este proyecto, contrataron en noviembre a 2 expertos ganadores del Oscar: el editor Bob Murawski y el mezclador de sonido Scott Millan.
Se vea como se vea, Netflix es un monstruo. Incluso los grandes conglomerados de medios no generan tantos contenidos originales ni gastan esos niveles de presupuesto. Mantener un menú atractivo y renovarlo constantemente es mucho más complicado en un servicio a la carta que para la televisión lineal.
Considerando que esta plataforma lleva tiempo gastando más de lo que gana en contenidos ¿cuál es el límite? El responsable de las finanzas, David Wells, dice que “no hay una línea mágica en la que se sepa exactamente dónde se encuentra” y afirma con seguridad: “Continuaremos agregando contenido; está funcionando, impulsando el crecimiento”.
El servicio de streaming cerró 2017 con 117.6 millones de suscriptores. Su cálculo es que si en todo el planeta, excepto China donde no tiene presencia, hay 700 millones de usuarios de banda ancha, el potencial de crecimiento sigue siendo enorme. "Hay más no miembros que miembros de Netflix, esa es nuestra oportunidad", arguye Wells.

Como producir miles y miles de horas de contenido audiovisual y ponerlas en la plataforma no es suficiente, el gasto en marketing también tiene que crecer. Ese presupuesto fue de mil 300 millones de dólares en 2017 y para este año es de 2 mil millones.
Tras la presentación del reporte financiero de 2017 documentamos que Netflix llegó al muy exclusivo club de las empresas que valen más de 100 mil millones de dólares. Pero dado que su crecimiento no está en sintonía con la rentabilidad, la gran pregunta, decíamos, es ¿estará haciendo los cálculos correctos? No sería la primera vez que una burbuja reventara escandalosamente en el sector financiero.