- Samuel Prieto Rodríguez
Las prácticas institucionales de Notimex

La situación en que trabajaron en los años recientes los 20 corresponsales extranjeros de Notimex y la forma como fueron hechos a un lado, es un síntoma. Desde el inicio de la administración federal actual, los despidos en áreas diversas del gobierno con tratos déspotas y al margen de la ley se generalizaron al mismo tiempo que además sacaron a flote las condiciones irregulares o, en el menor de los casos, desventajosas para la tranquilidad profesional de muchos colaboradores que eran etiquetados erróneamente en la percepción general como burócratas privilegiados.
El pasado 18 de marzo, una carta abierta destapó el caso de los periodistas que integraban la cobertura internacional de la agencia de noticias del Estado mexicano.
Ese mismo día el Coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas, dio una primera respuesta.
Había que esperar entonces a que Sanjuana Martínez tomara posesión, pero los corresponsales pusieron sobre la mesa que la situación presupuestal de Notimex no es tan grave como afirma Cuevas.



Nada más pasó un par de días hasta que el Senado aprobó el nombramiento de Martínez, le tomó protesta y ella asumió el cargo como la primera mujer en dirigir la agencia.

Y sí, entre los primeros asuntos de los que se hizo cargo estuvo el de la situación de los corresponsales en el extranjero. Lo que se habría esperado es que terminara de concretar los despidos de unos, regularizara los contratos de otros e iniciara las gestiones para sanear las políticas y prácticas administrativas de la agencia, pero no. Optó por hacer las aclaraciones innecesarias de que los contratos no eran laborales sino de prestación de servicios y que no hay adeudos pendientes con ellos. Se olvidó de la parte humana y terminó de tirar los deshechos como si no se tratara de personas que además han trabajado por años para Notimex. En realidad, no hizo nada ilegal o indebido pero sí inmoral, como diría el primer mandatario.
El corresponsal en el Vaticano, Andrés Beltramo, posteó en Twitter una respuesta en la que ahora sí se incluyen los nombres de todos los firmantes.

Decíamos, a primera vista no hay nada ilegal en la manera de Sanjuana Martínez para resolver el tema pero ¿periodistas tratando así a periodistas? Mal asunto.