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  • Samuel Prieto Rodríguez

"¡Cállese, vieja pendeja!"



Óscar Mario Beteta estaba devolviendo la llamada a Nancy Flores, lo que indica que el telefonema como tal no lo tomó por sorpresa. Es decir que su mal humor fue producto del tema a tratar.


ÓSCAR MARIO BETETA: A ver, dígame.

NANCY FLORES: Buenas tardes, Óscar Mario ¿cómo está?

OMB: Dígame.

NF: Mire, tengo un expediente que me entregó la Presidencia, vía transparencia, después de que el INAI los obligó a...

OMB: Sí, hombre.

NF: ...entregármelo.

OMB: Vaya al punto, rápido, no tengo tiempo, ¿qué pasó? Oiga ¿qué es Contralínea? Yo no tengo idea de qué es Contralínea, ¿qué es eso?

NF: Es una revista. Si no tiene tiempo, le pediría que en algún momento que tenga tiempo pueda tomar mi llamada, muchas gracias.

OMB: ¿Quién la dirige?

NF: La dirige Miguel Badillo.

OMB: Ah, dime qué es lo que necesitas saber.

NF: No, le digo, si no tiene tiempo, cuando tenga tiempo de tomar mi llamada, con mucho gusto.

OMB: Yo no trabajo para usted, sí tengo tiempo, ¿qué quiere saber? Dígame qué quiere saber.

NF: No, yo tampoco trabajo para usted.

OMB: ¡Cállese, vieja pendeja!



Queda claro, la actitud agresiva típica de quien se siente acorralado por un cuestionamiento por el que se asume amenazado y para el que no tiene una respuesta aclaratoria.


Al día siguiente, 18 de febrero, Beteta ocupó los últimos minutos de su programa de radio para hacer sus aclaraciones y ofrecer su disculpa perdida en un mar de señalamientos y justificaciones.


“El día de ayer recibí una llamada a mi oficina de una persona que se presentó como reportera de un medio, de nombre Nancy Flores. Por cortesía me reporté con ella como casi siempre hago con las llamadas que recibo y le pregunté qué quería, sobre todo si era gente del medio ¿no? Ustedes pueden escuchar claramente en la grabación que subió a redes, donde por cierto queda probada su mala intención desde el momento en que se prepara para, ilegalmente, grabarla con toda alevosía y ventaja antes de iniciar la conversación conmigo. La graba, ¿para qué la graba?”


“Usted, yo, muchos que nos escuchan, sufrimos todo tipo de llamadas para molestar y también para ser extorsionados. En lo personal, usted sabe, me han amenazado de muerte muchas veces, lo siguen haciendo, también a mis hijos, a mis familiares, han emprendido campañas de desprestigio para afectar mi reputación y nombre por intereses netamente económicos”.


“Todos y todas como seres humanos tenemos derecho a defendernos de estas violaciones brutales a la intimidad y también pues no hay mexicano o mexicana que no haya utilizado la palabra ‘pendejo’ o ‘pendeja’ por hartazgo y constante asedio. Cualquiera que nos escucha lo ha hecho y el que diga que no, pues le aseguro está mintiendo. Jamás lo de ayer, lo que se graba ilegalmente y con toda alevosía y ventaja por esta persona, fue una reacción contra el género”.


“El exabrupto como ser humano y como a cualquiera le puede suceder, fue específicamente contra una persona, esta reportera, que como se escucha en la grabación, repito, siempre ilegal y con dolo absoluto, buscó, como muchas y muchos han tratado, ofenderme, afectar mi reputación”.


“Además, usted escucha ahí, con un asunto añejo y con datos que son públicos y transparentes porque dice ‘nos lo proporcionó el INAI’ y para eso está el INAI y qué bueno. Con todo y todo, con todo y todo, ofrezco una sincera disculpa a esta reportera, quien claramente, se comprueba en la propia grabación que ilegalmente graba y sube a redes, tenía toda la intención de afectarme en lo moral y en lo profesional”.



Por supuesto, Nancy Flores no aceptó esa excusa. En una entrevista con Notimex, dijo: “Esta supuesta disculpa pública que hace hoy en la mañana reitera prácticamente el insulto al decir que yo estoy violando su intimidad al publicar, según él, ilegalmente una grabación. Reitera el agravio en contra de mi persona y en contra de una mujer periodista que lo único que está haciendo es su trabajo”.


“Aproveché las redes sociales para visibilizar estas formas de violencia porque también es importante hablar de las amenazas que sufrimos mujeres como periodistas y reporteras. En este caso del señor Beteta ha hecho denostaciones en contra de mi persona y la reiteró esta mañana disfrazada de disculpa pública y no se puede seguir permitiendo. Estas formas de violencia hay que visibilizarlas porque ocurren y no es correcto”.


¿Por qué reaccionó Beteta tan agresivamente? Porque, en efecto, los señalamientos sobre cantidades millonarias que recibió de administraciones gubernamentales pasadas no son nuevos. El año pasado, justo en la víspera del Día de la Libertad de Expresión que se celebra en México el 7 de junio, la Presidencia de la República hizo pública una lista de 168 páginas con los nombres de “personas físicas y morales que recibieron pagos por concepto de Gastos de Comunicación Social, correspondientes al periodo 2012-marzo 2019”. En la hoja 20 de ese documento aparece la empresa Comentaristas y Asociados S.C., propiedad de Óscar Mario Beteta, con 74 millones 571 mil 101 pesos.



Nancy Flores dice que hay más. “A través de la Ley de Transparencia yo solicité los documentos que el Presidente ha dicho que tiene sobre esta relación comercial entre el gobierno pasado y los periodistas. Me entregaron expediente de 800 hojas con documentos de 43 empresas. Sobre eso versaba la solicitud de mi entrevista, sobre la empresa de Óscar Mario Beteta denominada Comentaristas y Asociados, S.C., a lo que contestó que es un tema viejo, lo que también es mentira. Los documentos sólo los tengo yo, y lo vamos a publicar en Contralínea”.


¿Y sí? ¿”Cállese, vieja pendeja”? Además de una clara muestra de violencia de género (si a un hombre le gritara, sería un insulto diferente a “viejo pendejo”), una periodista que busca el fondo de una situación irregular, que se documenta, que busca la parte y la contraparte, y por lo tanto abre la posibilidad al señalado de dar su punto de vista, más aun tratándose de un asunto en que rendir cuentas no solo es correcto sino exigible dado que se trata de recursos públicos, no puede ser considerada “pendeja” bajo ningún punto de vista.


El director de Contralínea hizo lo propio: respaldó públicamente a su reportera mediante un artículo que tituló Los Demonios de Beteta. Básicamente le recordó que entre periodistas, como entre gitanos, no se leen las cartas.



Veamos en dónde para este asunto.

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