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  • Samuel Prieto Rodríguez

El regreso a clases... por televisión



Sí, este es un blog, así que grillemos y opinemos un poco. Pero antes, lo importante: La Secretaría de Educación Pública ya definió los canales y horarios para el regreso a clases a partir del 24 de agosto por televisión.

Las transmisiones estarán divididas en cuatro cadenas.

Cadena 1: Canales 5.2 y 11.2

Cadena 2: Canal 7.3

Cadena 3: Canal 3.2

Cadena 4: Canales 6.3 y 14.2

No está de más decir que por lo menos el 3.2, el 5.2 y el 7.3 son nuevos, multiplexados específicamente para este propósito, así que es importante programarlos en la pantalla que se va a utilizar en casa. Solo hay que tomar el control remoto, entrar al menú de ajustes, seleccionar búsqueda automática de canales, activarla y esperar un par de minutos a que se complete.

Las clases irán desde preescolar hasta bachillerato, con opciones variadas de horarios para que los estudiantes no se pierdan ningún contenido del curso.






Las empresas de televisión de paga agregarán sintonías al esfuerzo al igual que varias estaciones locales de TV abierta. En la Ciudad de México, por ejemplo, el canal 10.2. Los medios públicos estatales también se sumarán a la cobertura.


En general, cada grado de primaria y secundaria tendrá tres horas diarias de clases, tiempo bastante menor que el de una jornada escolar, lo que significa retos notables de concisión y claridad para los teledocentes y de concentración para los estudiantes.

¿Funcionará? Por supuesto. La educación por televisión no es un asunto nuevo, de hecho, México tiene mucha experiencia. La telesecundaria creada en 1968 todavía existe y durante medio siglo ha sido una gran alternativa para jóvenes que viven en las comunidades apartadas del país. No es que la televisión vaya a suplir a los maestros, la mayoría de ellos seguro encontrarán maneras de estar en comunicación continua con sus alumnos y utilizarán la programación al aire como un apoyo didáctico eficaz. Así, 30 millones 466 mil 339 estudiantes reiniciarán o iniciarán sus estudios justo cuando se supone que deben hacerlo.


En cuanto a tamaño y alcance, todo esto es inédito y tiene bastantes detractores, lo que no es sorpresa alguna.

¿Las televisoras ganarán 450 millones de pesos? ¿En serio? Quien diga eso no tiene la más mínima idea de lo que cuesta poner al aire un canal aunque sea multiplexado, nada más en equipos, ingeniería, consumo de energía y demás detalles complejos que implica la distribución de una señal. Esa cantidad, además, no es para una empresa de televisión sino para ser repartida entre todas las incluidas en el acuerdo para los gastos de operación.

Más aun, el que Azteca 7, Canal 5 o Imagen Televisión no tengan que retirar su programación habitual sino multiplexar sus señales para dar paso a Aprende en Casa II no significa que no vaya a haber una afectación incluso para toda la televisión comercial. En la gran mayoría de los hogares mexicanos únicamente hay una pantalla receptora de TV abierta, que estará ocupada por lo menos tres horas diarias por cada menor en edad escolar, lo que significa que el rating de los canales de entretenimiento e información tendrá disminuciones drásticas que impactarán en la comercialización de publicidad, su fuente principal de ingresos.


También hay que decir que si bien el INE y los partidos políticos accedieron a no transmitir su propaganda en las sintonías abiertas para el propósito educativo, eso no tiene ningún mérito considerando que de no hacerlo habrían caído en un muy merecido y oscuro descrédito, además de que los menores estudiantes no votan así que esos canales no les representan mercado alguno. En cambio, como sucede con los tiempos oficiales de radio y televisión, las empresas de esa industria cumplen con su función social de interés público y son las que terminan cargando con los costos más altos.

Todo sea por la educación de los niños y jóvenes. Es en serio.

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